Irlanda destaca como una opción privilegiada por varias razones de peso:
Entorno empresarial favorable: Irlanda cuenta con un entorno empresarial favorable, caracterizado por un sistema jurídico transparente, eficiente y predecible. Con una baja tasa impositiva corporativa del 12,5%, atrae a corporaciones multinacionales.
Fuerza laboral altamente calificada: Irlanda, reconocida por su fuerza laboral altamente educada y calificada, ofrece un flujo continuo de talento. Su sistema educativo de alta calidad garantiza un grupo de profesionales calificados para las necesidades de su negocio.
Incentivos fiscales: el gobierno irlandés ofrece varios incentivos fiscales, incluidos créditos fiscales para investigación y desarrollo y un régimen de propiedad intelectual, lo que reduce significativamente los costos operativos.
Acceso a los mercados internacionales: Los acuerdos comerciales favorables de Irlanda se extienden más allá de la UE, facilitando el comercio internacional y la expansión empresarial.
Infraestructura de TI avanzada: Irlanda cuenta con una infraestructura de comunicaciones y TI de vanguardia, incluidas amplias redes de fibra óptica y una sólida conectividad a Internet.
Innovación y emprendimiento: Dublín, la capital de Irlanda, es un próspero centro para la innovación y el emprendimiento en Europa, con un vibrante ecosistema de startups y un amplio apoyo para proyectos comerciales.
Calidad de vida: Irlanda ofrece una alta calidad de vida, con un entorno seguro, excelentes sistemas sanitarios y educativos, paisajes pintorescos y un rico patrimonio cultural.
Irlanda ofrece una amplia gama de categorías de inmigración para adaptarse a diversas circunstancias y propósitos.
Las diversas opciones de inmigración de Irlanda atienden a personas que buscan reunirse con su familia, estudiar, trabajar, invertir o buscar asilo, contribuyendo al vibrante tejido multicultural de la nación.
Además, el Permiso General de Empleo se adapta a una gama más amplia de trabajadores extranjeros, lo que respalda las necesidades de fuerza laboral del país.
En Irlanda, las visas generalmente se dividen en dos categorías principales: Categoría 'C' y Categoría 'D'.
Las visas de categoría C son visas de corta estadía, que abarcan varios tipos, que incluyen: visas de turista, visas de negocios, visas de conferencias o eventos, visas de empleo (esquema de trabajo atípico), visas de pasantías y otras.
Las visas de categoría D, por otro lado, están diseñadas para personas que desean permanecer en Irlanda por períodos prolongados. Esta categoría incluye: visas de estudio, visa de empleo, visa de empleo (investigador), visa de empleo (Van der Elst), visa de Ministro de Religión y visa de voluntario, y otras.
Además, existen otros tipos de visas de negocios irlandesas. A continuación se ofrece una descripción general de los sellos de inmigración empresarial más comunes:
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