Desigualdad Económica Global: Un Análisis
La pandemia del COVID-19 ha exacerbado las desigualdades económicas existentes, poniendo de relieve e intensificando las disparidades en la distribución de la riqueza, los ingresos y el acceso a los recursos. Este artículo examina las métricas clave de la desigualdad económica, su impacto en la estabilidad mundial y las diversas dinámicas socioeconómicas en juego.
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Métricas clave de la desigualdad económica
- Distribución de la riqueza: El 1% más rico de la población mundial ha acumulado dos tercios de los 42 billones de dólares de riqueza creados desde 2020. Esto significa que el multimillonario medio ha ganado aproximadamente 1,7 millones de dólares por cada dólar de nueva riqueza ganada por una persona del 90% más pobre. La riqueza colectiva de los superricos del mundo ha aumentado 2.700 millones de dólares al día.
- Desigualdad de ingresos: El coeficiente mundial de Gini, una medida de la desigualdad de ingresos, disminuyó de 1990 a 2020, pero volvió a aumentar en 2020 debido a la pandemia. El 50% más pobre de la población mundial sólo se reparte el 8% de la renta mundial, mientras que el 10% más rico recibe más de la mitad.
- Disparidades regionales: Las desigualdades de riqueza son mayores y aumentan más rápidamente que las desigualdades de ingresos en todo el mundo. América del Norte y Europa representan el 57% de la riqueza de los hogares con sólo el 17% de la población adulta mundial, mientras que África representa el 1% de la riqueza pero el 13% de la población adulta.
Impacto de la desigualdad económica
La desigualdad económica tiene consecuencias de gran alcance:
- Polarización política y social: La concentración de riqueza y poder ha corrompido y polarizado la política y los medios de comunicación, erosionando las democracias y ampliando las diferencias raciales y de género. La élite suele manipular las políticas para maximizar su control, minimizando los costes y reubicando los riesgos, al tiempo que sofoca la rendición de cuentas y la disidencia.
- Estabilidad Global: El aumento de la desigualdad contribuye al descontento, la polarización política y el nacionalismo populista. Los niveles actuales de desigualdad se acercan a los observados durante la Edad Dorada de principios del siglo XX. Esta tendencia es evidente tanto en las economías avanzadas, como EEUU, como en las emergentes, como China e India.
- Perturbaciones económicas: El Banco Mundial advierte de que es improbable que se cumpla el objetivo de acabar con la pobreza extrema para 2030, agravado por la COVID-19. El calentamiento global y las catástrofes naturales relacionadas con él están aumentando, lo que estresa aún más a los países de renta baja que ya luchan con crisis de deuda soberana.
- Evasión fiscal y políticas fiscales: Los multimillonarios como Jeff Bezos, Elon Musk y Warren Buffet pagan unos impuestos mínimos en comparación con su riqueza, con tipos impositivos tan bajos como el 1-4%. En cambio, los más pobres pagan una proporción significativamente mayor de sus ingresos. Las políticas fiscales progresivas, como las que se aplicaron en EEUU durante 1944-1981, con un impuesto federal sobre la renta del 81% de media, son cruciales para reducir la desigualdad.
Efectos sobre la estabilidad mundial
- Conflictos y migraciones: Las desigualdades económicas contribuyen a los conflictos y las migraciones forzosas. Los países de renta baja, sobre todo en África y Asia, se enfrentan a una mayor vulnerabilidad a estos problemas debido a la escasez de recursos y a la inestabilidad socioeconómica.
- Impacto del cambio climático: El 50% más pobre de la población, que sólo contribuye en un 12% a las emisiones mundiales de carbono, es el más afectado por el cambio climático. En cambio, el 10% más rico es responsable de casi el 48% de las emisiones. El cambio climático agrava la pobreza, afectando a los sistemas alimentarios y a los medios de subsistencia, especialmente en los países de renta baja.
- Hambre mundial: La ONU informó de que las cifras del hambre en el mundo aumentaron a 828 millones en 2021. Los trastornos económicos causados por la pandemia han sumido en la pobreza a unos 50 millones de personas, especialmente en los países de renta baja que carecen de paquetes de estímulo adecuados.
Factores del aumento de la desigualdad
- Cambios tecnológicos: Los avances tecnológicos están remodelando los mercados y la naturaleza del trabajo, aumentando la desigualdad salarial. La automatización y la inteligencia artificial dan prioridad a las cualificaciones de alto nivel, marginando a los trabajadores con cualificaciones bajas o medias y ampliando las diferencias de ingresos.
- Globalización y cambios institucionales: Aunque la globalización ha ampliado las oportunidades de exportación de las economías emergentes, los cambios tecnológicos y la desregulación económica han aumentado la desigualdad. La erosión de las instituciones del mercado laboral y la disminución de la fiscalidad progresiva han debilitado el papel redistributivo del Estado.
- Política Pública: Una política pública eficaz es esencial para frenar el aumento de la desigualdad. Las políticas centradas en la educación, el reciclaje profesional, la distribución justa de los beneficios económicos y el apoyo durante las transiciones son cruciales. Sin embargo, muchos países no se han adaptado de forma inclusiva a estos cambios económicos.
Conclusión
La pandemia de COVID-19 ha revelado e intensificado crudamente las desigualdades económicas mundiales. Abordar estas disparidades requiere estrategias integrales, que incluyan una fiscalidad progresiva, políticas públicas sólidas y cooperación internacional. Reducir la desigualdad no es sólo un imperativo moral, sino también esencial para la estabilidad mundial y el desarrollo sostenible.